Conseguir una buena pisada al practicar carrera
A que seguro que cuando salimos a correr nunca nos hemos detenido a pensar en cómo se comportan nuestros pies al realizar esta actividad. Conseguir la pisada correcta es la mejor manera de lograr una carrera perfecta sin dañar nuestros pies y por consiguiente nuestro cuerpo, ya que de la pisada dependerá el resto de la actividad y la repercusión que esta tendrá en el cuerpo, pues si acumulamos años pisando mal podemos sufrir muchos daños indirectos a nivel muscular, articular y óseo.
Conseguir una buena pisada no es solamente comprar unas buenas zapatillas que absorban el impacto. Es cierto que es importante que las zapatillas amortigüen de manera adecuada, pero si sabemos a ciencia cierta cómo pisamos y trabajamos la pisada, lograremos el menor impacto en nuestro cuerpo a la hora de salir a correr y gozar así de una actividad plena y libre de riesgos.
Conocer el movimiento del pie
Antes de nada, es necesario que sepamos qué es lo que hace nuestro pie a la hora de correr. En primer lugar cuando el pie entra en contacto con el suelo, lo primero que hacemos es poyar el talón y la planta debe estas dispuesta en su totalizar para posarse por completo en el suelo y adaptarse a las necesidades del terreno. Cuando se apoya en el suelo es cuando volcamos todo nuestro peso en el pie, pues toda la planta está apoyada por completo.
Después de estar apoyada lo que haremos será propulsarnos con la punta del pie, pues la tensión se trasmitirá de toda la planta a la punta, que será la que nos dará el impulso para avanzar. Este proceso, que parece sencillo, puede ser complejo si no lo hacemos de manera correcta o si no apoyamos del todo el pie o cargamos el peso del cuerpo en el talón antes de haber apoyado l planta, o por el contrario levantamos la planta antes de tiempo…
Mejorar la pisada
Lo ideal para perfeccionar la pisada es trabajar estos tres pasos siendo conscientes del proceso que sigue el pie al apoyarse con el suelo cuando estamos corriendo. Entrenar nos ayudará a mejorar al máximo la manera cómo vamos a correr, y aprender a realizar cada proceso de la forma adecuada. Primero apoyar el talón, después la planta completa y finalmente la punta. Seguir estos tres pasos es esencial y por ello os animamos a trabajar en ello.
Tener el cuenta el terreno y las zapatillas
Pero no solo esto nos garantizara una carrera sin riesgos, sino que además es importante cuidar el terreno sobre el que vamos a correr. La mejor opción es la arena o el tartán. Si a esto le sumamos las zapatillas adecuadas para nuestra pisada ya conseguiremos la máxima protección para el organismo. Eso sí, aunque perfeccionemos la pisada y trabajemos su realización correcta, nunca lograremos cambiar la morfología de nuestro cuerpo y la forma en la que vamos a pisar por naturaleza.
Por ello es necesario saber el tipo de pisada que tenemos para saber elegir la mejor zapatilla y así conocer algo más de nosotros a la hora de salir a correr y poder entrenar mucho mejor todo el proceso de pisado descrito anteriormente. Eso sí, nunca debemos forzarnos y si notamos cualquier dolor es importante dejar de practicar la actividad para no lesionarnos.