Trabaja la fuerza y la resistencia para poder progresar en los entrenamientos


En esto del deporte muchas veces, por no decir la mayoría de ellas, solemos comenzar la casa por el tejado, y es que no solemos asentar las bases para los futuros entrenamientos. Por ello es importante tener en cuenta una serie de puntos para conseguir unas perfectas rutinas de entrenamiento. Yo os voy a destacar el entrenamiento de la fuerza y la resistencia.

Es cierto que cuando empezamos a ir al gimnasio solemos comenzar a levantar peso sin más. Sin preparación y sin la metodología adecuada podemos hacernos mucho daño y entrenar de manera descompensada las diferentes partes del cuerpo. Por ello es necesario seguir una metodología en la que principalmente trabajemos la fuerza y la resistencia para acostumbrar a los músculos y así poder aumentar las cargas y la intensidad poco a poco.

Para comenzar este tipo de entrenamiento lo que haremos será trabajar primeramente cada rutina con cargas moderadas que no nos resulte demasiado pesado elevar. Lo que haremos será realizar numerosas repeticiones para así llevar al músculo al máximo, pero ojo, nunca debemos fatigarlo o llegar al fallo. Simplemente servirá con notar sensación de cansancio, pero no ahogamiento.

Atención a los descansos

Otro punto a tener en cuenta a la hora de trabajar estas variables es el de no descansar demasiado entre las series. Es importante ir aumentando poco a poco las cargas y mantener las repeticiones. Eso sí, no hay que olvidar que no debemos llegar al fallo. Para ello aumentaremos muy poco la carga para así notar más el trabajo realizado.

Si no podemos realizar las series demasiado pegadas entre sí, y necesitamos un descanso mayor, lo aconsejable es alternar un ejercicio del tren superior con otro del tren inferior. Lo que buscamos con esto es no parar y mantener el cuerpo activo durante todo el entrenamiento, ya que de este modo mantendremos el trabajo de resistencia que andamos buscando y que estamos entrenando junto al de fuerza.

La rutina realizada de esta manera deberá comenzar con una media hora de ejercicios en los que entrenaremos la fuerza, y podemos terminarla con ejercicio puramente aeróbico de manera suave. De esta forma conseguiremos los resultados que estamos buscando además de un aumento en la actividad metabólica y por lo tanto una mayor quema de calorías mientras trabajamos la fuerza para poder progresar en los entrenamientos poco a poco.